Un tour gastronómico de 2 semanas por Europa

Para algunos es la ciudad de la luz, mientras que para otros es la ciudad del amor. Por su parte, aquellos que aprecian la comida tendrán cada uno su propia idea especial de lo que hace que París destaque. 

Hay «brasseries» y «bistros» informales a la vuelta de la esquina de algunos de los mejores (y más caros) restaurantes del mundo. Cafés, panaderías y chocolaterías llenan las calles. A los parisinos les gusta salir, así que cuando llegues a París, sigue su ejemplo y prueba tantas especialidades diferentes como puedas. 

• Empieza cada día con un pastelito diferente de las panaderías locales. Las panaderías parisinas se pueden encontrar por toda la ciudad y ofrecen infinitas variaciones de baguettes, croissants, «pain au chocolat», «éclairs» y mucho más.
• Con una gastronomía excelente en toda la ciudad, decidir qué comer para el almuerzo y la cena puede parecer prácticamente imposible. Para ayudarte a reducir las opciones, elige los favoritos nacionales como el «hachis parmentier», «croque monsieur», «macarons», entre otros. 
• ¿Te apetece vivir una experiencia gastronómica parisina completa? Muchos establecimientos ofrecen una opción de menú «prix-fixe», es decir, de precio cerrado, que te permitirá ajustarte a tu presupuesto sin dejar de comer fuera.

San Sebastián, también conocida como Donostia, es una meca culinaria situada en la costa norte de España. Con restaurantes galardonados con estrellas Michelin y una deslumbrante variedad de especialidades locales por toda la ciudad, no te resultará difícil disfrutar de una comida fenomenal.

• Cuando entres en un animado bar en San Sebastián, seguramente te encontrarás un mar palillos de dientes coronando una ingeniosa variedad de ingredientes sobre una base de pequeñas rebanadas de pan. Cada uno de estos pintxos te llevará en un sabroso viaje que representa lo mejor de la cocina de la región. 
• Visita una sidrería vasca en las colinas a las afueras de la ciudad, donde la sidra y la comida fluyen generosamente toda la noche. La «txuleta», un filete con hueso, es uno de los platos favoritos en las sidrerías.
• ¿Todavía tienes hambre? Apúntate a una clase de cocina para recibir instrucciones sobre el arte de la cocina vasca.

Te damos la bienvenida a Barcelona, donde la calidad y la abundancia de opciones gastronómicas son inigualables. Evita las multitudes tanto como sea posible y elige cenar entre habitantes de la zona y viajeros en las calles más tranquilas de la ciudad.

• En una tarde de buen tiempo, cena al aire libre en una de las amplias plazas de Barcelona, como la Plaça Reial, y observa cómo pasa la gente. 
• Desde un entrante de calamares fritos hasta una fideuá de marisco (similar a la paella pero con fideos pequeños en lugar de arroz), es muy difícil equivocarse con la impresionante variedad de mariscos de Barcelona. 

• Si quieres ajustarte a un presupuesto, opta por los bares de tapas y los mercados. Dirígete al mercado de La Boquería para disfrutar de una vertiginosa variedad de alimentos locales. 

Lyon, posiblemente una de las ciudades más centradas en la gastronomía de toda Francia, es especialmente famosa por sus «bouchons», pequeños y animados restaurantes que sirven platos abundantes. Muchos chefs famosos han salido de Lyon, y una vez que cenas allí, no es difícil ver por qué.

• No dejes pasar la oportunidad de cenar en un «bouchon», un restaurante tradicional de Lyon. 
• La «quenelle», una albóndiga de pescado o carne de Lyon bañada en una salsa cremosa, es un plato clásico para probar en la capital gastronómica de Francia. Los vegetarianos pueden elegir una salade lyonnaise (sin el bacon) para saborear la riqueza de la cocina de esta ciudad. 
• Visita el mercado Les Halles de Lyon, donde encontrarás una amplia variedad de puestos de comida que ofrecen ingredientes frescos. 

A pesar de que en esta región tienen su sede algunos de los fabricantes de automóviles más rápidos de Italia, como Lamborghini y Ferrari, querrás tomarte tu tiempo para disfrutar de la inagotable variedad culinaria de Emilia-Romaña.

• Emilia-Romaña es especialmente conocida por especialidades como los «tagliatelle al ragù» y la mortadela de Bolonia, el queso parmesano y el jamón de Parma, y los «tortellini» y el vinagre balsámico de Módena.
• Los productos de Emilia-Romaña emplean recetas y técnicas únicas que se han transmitido a lo largo de los siglos. Los productores artesanales de la región suelen ofrecer recorridos por sus instalaciones, lo que brinda a los visitantes una oportunidad única de conectar con la historia que hay detrás de cada alimento.

Tu viaje culmina en Roma, uno de los destinos gastronómicos más famosos del mundo. Aquí puedes encontrar una gran variedad de cocinas de toda Italia, pero cuando estés en Roma, haz lo que hacen los romanos y prueba las especialidades locales.

• Comienza el día de la mejor manera con un «maritozzo» para desayunar. Estos panecillos dulces con crema batida fresca son un delicioso comienzo para un día en Roma.
• La pasta «carbonara», preparada con una salsa cremosa de queso, huevo y «guanciale» (carrillera de cerdo curada) salteada, es un plato clásico que debes probar en Roma. ¿Prefieres saltarte la carne? «Cacio e pepe», preparado con queso pecorino romano y pimienta negra, es una alternativa igualmente deliciosa.
• ¿Te apetece pizza? Evita los restaurantes en el centro turístico y, en su lugar, elige pizzerías en las calles laterales de los barrios más tranquilos de Roma.