Un viaje a la impresionante esquina noreste de Portugal

Nuestro viaje comenzó en la estación internacional de St. Pancras, en el corazón de Londres. Antes de subir al tren y cruzar el Canal de la Mancha hacia Francia, tómate tu tiempo para conocer los barrios cercanos, como Bloomsbury, Camden y Primrose Hill. 

• Justo al otro lado de la calle de la estación de St. Pancras, la Biblioteca Británica es un lugar idóneo para explorar antes de comenzar tu viaje en Interrail. La Galería de Tesoros de la biblioteca, que los viajeros pueden visitar de forma gratuita, tiene algo para todos los gustos, desde la copia más antigua que se conserva de la epopeya Beowulf hasta letras manuscritas escritas por miembros de The Beatles. 
• Continúa el recorrido literario por Londres en la cercana Word on the Water, una librería ubicada en una barcaza de 100 años que flota en Regent's Canal. 
• Disfruta de un poco de aire fresco antes de que empiece tu viaje en tren. Justo al final del canal de St. Regent están los «Green Steps» (Pasos Verdes), ideales para relajarte con un café o té antes de entrar en St. Pancras para continuar la aventura. 

Playas con forma de media luna, colinas exuberantes y calles históricas nos esperaban en San Sebastián, también conocida como Donostia, el nombre vasco de la ciudad. Tras llegar a la estación de Amara, nos dirigimos rápidamente al centro, deseosos de degustar los «pintxos», la especialidad culinaria más famosa de la ciudad.

• Son pequeñas raciones que se sirven en restaurantes y bares de San Sebastián/Donostia, y destacan la variedad de la cocina vasca. Abre el apetito y ve de un restaurante a otro, probando algunos «pinxtos» diferentes en cada parada.  
• Descubrirás algo más sobre la historia vasca en el Museo San Telmo, situado en un antiguo convento del siglo XVI en el pintoresco casco antiguo de la ciudad. 
• Pasa una mañana surfeando las olas en la playa de Zurriola, un popular tramo de arena en el barrio de Gros. Varias tiendas de surf cercanas ofrecen clases y alquileres, lo que hace de la playa de Zurriola el lugar perfecto para principiantes. 

En el viaje hacia nuestro próximo destino dejamos atrás las verdes montañas y la costa del País Vasco y nos adentramos en las colinas rocosas y las áridas llanuras de Castilla y León. La ciudad de León, impregnada de historia medieval, ha sido durante mucho tiempo un destino para los viajeros; después de todo, la ciudad se encuentra en la ruta de peregrinación del Camino de Santiago, que tiene 1000 años de antigüedad y que cientos de miles de peregrinos recorren cada año.  

• Entrar en la Catedral de León, con más de 700 vidrieras, es como entrar en un caleidoscopio. La construcción de la obra maestra gótica comenzó en el siglo XII y hoy en día sigue atrayendo a viajeros al centro de León.  
• Después de hacer turismo, disfruta de unas tapas en el Barrio Húmedo del casco antiguo de León. La Plaza de San Martín, ubicada en el centro del barrio, es un lugar pintoresco y animado para pasar unas horas relajándose al sol. 
• Si tu agenda lo permite, planifica la visita para que coincida con uno de los festivales locales de León. En nuestra visita de octubre, llegamos a la ciudad durante la celebración de San Froilán y disfrutamos explorando el mercado medieval, la música en vivo y otras festividades.  

Bienvenidos a la costa gallega de España. A menos de 40 kilómetros de la frontera con Portugal, nos detuvimos en Vigo para descansar y recargar energías antes de continuar nuestra aventura hacia Oporto. Dedica unas horas a explorar los puertos y dársenas de Vigo, un destino marítimo que se remonta a la época romana.  

• Contempla el paseo marítimo de Vigo a vista de pájaro con una visita al Mirador Olivia, al Monte de A Guía o a otro mirador. 
• Descubre más sobre la historia marítima de Vigo visitando el Museo del Mar de Galicia, que fomenta la comprensión de los ecosistemas marinos y lucha contra la sobreexplotación de los recursos oceánicos.  
• Tómate tu tiempo para pasear por las calles del Casco Vello, el casco antiguo de Vigo, y haz una parada en lugares emblemáticos, como la Concatedral de Santa María y la Plaza de la Constitución. 

La segunda ciudad más grande de Portugal es un torbellino de perspectivas. Está el centro histórico, donde mis compañeros de viaje y yo nos maravillamos ante monumentos como la Iglesia de los Clérigos y la Fuente dos Leões. Está el colorido barrio de Ribeira, a orillas del Duero, y las alturas del Jardim do Morro, encaramado a un acantilado. Tómate tu tiempo para explorar tanto como puedas antes de tu próximo viaje en tren.

• Descubre Oporto paseando por los vibrantes espacios verdes de la ciudad, como los Jardines del Palacio de Cristal y el Jardín de la Cordoaria.
• Mientras exploras los rincones y recovecos de Oporto, aprovecha al máximo su amplia variedad de opciones de transporte público. Además de metro, tranvías y autobuses, los viajeros pueden tomar un funicular que conecta el barrio de Ribeira con el Palacio de Batalha, un taxi acuático de un lado al otro del río Duero y un teleférico que ofrece una vista panorámica de la ciudad.  
• ¿Buscas un souvenir con significado? En el centro histórico de Oporto hay muchos pequeños negocios locales, como Poetria, una librería dedicada al teatro y la poesía. Si la visitas un sábado, no te pierdas el mercado de Porto Belo, donde los artesanos montan puestos vendiendo ropa hecha a mano, discos y más.