Por qué vale la pena ir

Hamburgo alberga uno de los puertos más activos de Europa, pero hay muchas formas de reducir el ritmo en una visita a la segunda ciudad más grande de Alemania.

Qué hacer: 

• Los agricultores llevan cientos de años cultivando frutales en la fértil región de Altes Land, a las afueras de Hamburgo. Visita un huerto y pasa la tarde participando en la antigua tradición otoñal de la recolección de manzanas. 
• Hazte con un recuerdo de segunda mano durante una visita al mercadillo de Flohschanze, que se celebra todos los sábados. Quién sabe, puede que encuentres la chaqueta vintage perfecta o ese disco de vinilo raro que andabas buscando... ¡Disfruta de la búsqueda del tesoro!
• Descubre el lado tranquilo de la gran ciudad de Hamburgo alquilando una canoa o un kayak para explorar los maravillosos lagos de Alster. 

Por qué vale la pena ir

A solo 40 kilómetros de Ámsterdam, Utrecht ofrece a los viajeros una alternativa a la vida urbana neerlandesa. 

Qué hacer: 

• Muchas ciudades neerlandesas albergan encantadores canales, pero en pocas encontrarás unos rincones acuáticos tan espectaculares como en Utrecht. Pasa una tarde empapándote de las vistas de las hojas otoñales reflejándose en las aguas del canal Oudegracht, bordeado a cada lado por una calle de dos niveles. 

• Utrecht alberga numerosos cafés independientes donde puedes ver pasar el mundo mientras saboreas un capuchino elaborado por expertos. Mejora tus habilidades como barista apuntándote a un cursillo en el Dagger Coffee. 

• Prueba los famosos stroopwafels y kibbeling neerlandeses en una visita al mercado de Vredenburg, que abre los miércoles, viernes y sábados. A pocos pasos de la estación central de Utrecht, el mercado es un lugar ideal para tomar un tentempié antes de subirse al próximo tren. 

Por qué vale la pena ir

En cada esquina empedrada del centro de Gante encontrarás un encanto especial (y mucha menos gente que la que inunda otros destinos europeos). 

Qué hacer: 

• A medida que entra el otoño, aprovecha las noches más largas dando un paseo nocturno por las calles iluminadas de Gante. El plan de alumbrado de Gante ofrece un recorrido por la ciudad de unas dos horas de duración, en el que se muestran las plazas, los canales y las maravillas arquitectónicas con un efecto casi mágico. 
• Sumérgete en el pasado de Gante con una visita al imponente castillo de Gravensteen, ubicado en el corazón de la ciudad. Pero no esperes una lección de historia normal: la audioguía del castillo tiene la voz del humorista flamenco Wouter Deprez. Prepárate para unas risas mientras exploras el «Castillo de los Condes». 

• Empieza a soñar con tu próximo viaje en tren visitando una de las múltiples librerías independientes de Gante. Atlas & Zanzibar, una librería especializada en viajes con una colección de más de 40 000 volúmenes y mapas, ofrece a los aventureros inspiración a raudales.

Por qué vale la pena ir

Además de explorar las casamatas del Bock (un fascinante sistema de túneles y fortificaciones) y el pintoresco casco antiguo de la ciudad, hay muchas formas de conocer más a fondo esta capital europea. 

Qué hacer: 

• Contempla las hojas otoñales en el valle de Pétrusse y, después, pasa un rato relajante en el parque de patinaje, ubicado a la sombra de La Passerelle, un espectacular viaducto de piedra que cruza el valle. 
• La abadía de Neumünster, a un corto paseo cruzando el río Alzette desde el parque de patinaje, es el corazón cultural del distrito ribereño de Grund. La antigua abadía benedictina de Neumünster hoy acoge exposiciones de arte, conciertos, espectáculos de danza y mucho más. 
• Disfruta de una porción de quetschentaart, un postre clásico de Luxemburgo. Busca esta deliciosa tarta de frutas en las panaderías de la ciudad de Luxemburgo. 

Por qué vale la pena ir

Esta pequeña ciudad ribereña cerca de la frontera francoalemana es una delicia para todos los sentidos. 

Qué hacer: 

• El otoño es la época de la vendimia en los viñedos de las afueras de Colmar. Alquila una bicicleta y explora la ruta de los viñedos de Alsacia para conocer de cerca los pueblos, castillos y otros atractivos de la región. 
• Aprende el arte de la cocina alsaciana reservando una clase de cocina con un chef local. Chez Mémé ofrece un taller culinario de cuatro horas con cata de vinos donde se utilizan ingredientes orgánicos locales. 
• Dedica un tiempo a contemplar los tesoros artísticos de talla mundial, como el retablo de Isenheim en el museo Unterlinden, ubicado parcialmente en un antiguo convento construido en el siglo XIII.

Por qué vale la pena ir

El arte y la cultura abundan por todas partes en Basilea, una ciudad situada cerca de la frontera de Suiza, Alemania y Francia. 

Qué hacer: 

• ¿Sabías que la popular Herbstmesse de Basilea, una feria de otoño que dura dos semanas, se remonta al siglo XV? Los visitantes tienen la oportunidad de montar en la noria y en otras atracciones de toda la vida y degustar especialidades como el chäsbängel (una baguette rellena de queso) y el magenbrot (galletas dulces glaseadas). 

• Sumérgete en la rica cultura creativa de Basilea con un paseo a pie o en bicicleta por Rehberger-Weg, un sendero artístico de cinco kilómetros que une Alemania y Suiza. 

• Dedica un tiempo a probar un rico chocolate suizo (o dos, o tres...). Apúntate a una ruta del chocolate para aprender más sobre su producción e historia o, simplemente, entra en algunas chocolaterías locales para hacer tu propia cata y descubrir tu tipo favorito de chocolate suizo.