Lo mejor de la Costa Oeste

Tu viaje parte de Hamburgo, una importante ciudad portuaria del norte de Alemania a orillas del río Elba. A sólo unas horas de la frontera de Alemania con Dinamarca y los Países Bajos, Hamburgo es una ciudad profundamente internacional que, aun así, se las arregla para resultar accesible y relajada tanto para los habitantes locales como para los viajeros.

• Navega en kayak o canoa por el lago Outer Alster, una gran masa de agua cerca del centro de Hamburgo. Incluso en un día nublado, verás a muchas personas paseando por la orilla del agua. 
• Disfruta de un concierto en el Elbphilharmonie, un edificio con forma de ola situado en el paseo marítimo de Hamburgo. 
• Visita el distrito de almacenes de Speicherstadt, reconocido por la UNESCO, un extenso y llamativo barrio con cafeterías, restaurantes y museos. 

En el siglo XIV, Bremen se unió a la Liga Hanseática, una red de ciudades reconocidas por su importancia comercial. Hoy, las antiguas calles de Bremen son tranquilas, pero están impregnadas de la cultura y la historia marítimas de la ciudad. 

• Comienza con un paseo por el barrio Schnoor de Bremen, la parte más antigua de la ciudad, lleno de tiendas y casas coloridas. 
• Puede que los Países Bajos sean famosos por sus tulipanes, pero los rododendros son el reclamo de Bremen. Cada mes de mayo, más de 10 000 arbustos de rododendros y azaleas florecen en el acertadamente llamado Rhododendronpark. 
• En un día cálido, disfruta de un picnic en la arena de Weser, Werdersee o alguna de las otras playas urbanas de Bremen.  

Pasar un día en Ámsterdam es pasar un día en el agua. Con 165 canales, hay mucho para ver y vivir en los famosos paseos costeros de la ciudad. 

• Hay muchos museos para elegir en Ámsterdam, pero quienes deseen entender la historia de la ciudad podrían visitar el Grachtenmuseum, que explica cómo Ámsterdam pasó de ser un pequeño pueblo pesquero a la metrópolis que los viajeros ven hoy.
• Si tu agenda lo permite, asiste a un evento en Pakhuis de Zwijger, un almacén convertido en un espacio cultural en los muelles del este de Ámsterdam. 
• Deja atrás los canales y toma un ferry para cruzar el río IJ hacia el artístico e industrial Amsterdam Noord, lleno de restaurantes, cines, museos y mucho más. 

Bienvenido a La Haya, la ciudad junto al mar de los Países Bajos. Con 11 kilómetros de costa y un centro urbano lleno de arte, tiendas, restaurantes y más, La Haya ofrece a los viajeros la oportunidad de experimentar la vida urbana neerlandesa fuera de la famosa Ámsterdam. 

• En un día soleado, disfruta de unas horas de relajación en alguna de las playas de la ciudad. Scheveningen, con un gran muelle, un faro y una noria, es un lugar muy popular, mientras que Zuiderstrand (también conocido como la Playa Tranquila) ofrece una experiencia más sosegada. 
• Continúa tu recorrido al aire libre por La Haya con una visita a Greens en Westbroekpark. El restaurante, que cultiva sus propios ingredientes en un huerto biodinámico, ofrece un menú que se adapta a la estacionalidad, variando según la época del año y las condiciones climáticas. 
• El Mauritshuis alberga la famosa pintura de Johannes Vermeer «La joven de la perla». Después de contemplar esta obra maestra, dedica un tiempo a visitar algunas galerías contemporáneas, como KM21 y el Fotomuseum. 

Es difícil no enamorarse de Gante, una ciudad portuaria belga que combina a la perfección la historia medieval con sus innovaciones modernas. Reparte tu tiempo entre el paseo marítimo de la ciudad y sus sinuosas callejuelas, y mantén los ojos bien abiertos: en Gante hay algo que deleita a los viajeros en cada esquina. 

•  Cambia tu asiento de tren por una cubierta flotante alimentada por energía solar mientras exploras las aguas de Gante con VlotGent. VlotGent alquila cubiertas flotantes impulsadas por energía solar, ideales para hacer pícnic y relajarse en un día soleado. 
• Gante es bien conocida por sus restaurantes vegetarianos y veganos; prueba alguno mientras recorres las calles de la ciudad. 
  
• Encuentra toda la inspiración para viajar que puedas desear en Atlas y Zanzíbar, una librería dedicada a relatos de aventuras, mapas y libros de viajes. 

La hermosa Brujas a menudo se describe como una «ciudad de cuento de hadas», por una buena razón. Durante la visita, disfruta de la estética de cuento de hadas de la capital de Flandes Occidental y tómate un tiempo para explorar más a fondo, abrazando el lado más tranquilo de este destino digno de una postal.

• No te pierdas la oportunidad de disfrutar de Sjokla, un chocolate producido de manera sostenible en colaboración entre la ciudad de Brujas y su Gremio de chocolateros. 
• Después de hacer turismo por el centro de Brujas, tómese un momento para estar tranquilo y en silencio en el Beguinaje, un monasterio y jardín fundado en 1245. Nota: es importante mantener el silencio durante las visitas a este sitio especial, respetando sus tradiciones. 
• Sumérgete en la brisa marina con un viaje en tren de 16 minutos a Zeebrugge, una encantadora ciudad costera con una estación de tren que se encuentra justo enfrente de la arena. 

París siempre está llena de sorpresas. La capital de Francia no solo alberga monumentos de fama mundial, sino también decenas de calles más tranquilas y parques pintorescos. Aléjate de las multitudes y descubre la versión de París con la que más sintonizas. 

• Además de admirar la Torre Eiffel y pasear por el Sena, tómate un tiempo para relajarte y descansar a orillas del Canal Saint-Martin.
• Toma un libro para leer en el tren en Les Traversées y recorre algunas de las otras tiendas del pintoresco 5º distrito. 
• Si el tiempo lo permite, escápate de la ciudad hacia un destino cercano enfocado en la naturaleza, como el bosque de Fontainebleau. 

El viaje finaliza en Burdeos, en el suroeste de Francia. Famosa por su región vinícola circundante, las calles de Burdeos son imperdibles: llenas de restaurantes y tiendas con un ambiente relajado; este es un lugar donde los viajeros pueden sentarse y reflexionar sobre su aventura en Eurail antes de regresar a casa. 

• Conoce de cerca la industria vinícola de Burdeos alquilando una bicicleta y recorriendo los viñedos y pasando por los majestuosos castillos de la región. 
• Burdeos es famosa por su vino, pero no te pierdas la oportunidad de probar sus otras especialidades gastronómicas. Los «canneles», pequeños pasteles caramelizados, se pueden comprar y saborear en las panaderías de la ciudad.
• Descubre la salvaje costa atlántica de Francia haciendo una excursión de un día a Soulac-sur-Mer y Le Verdon. El viaje en tren, que dura aproximadamente una hora y cuarenta minutos, te llevará rápidamente a través de bosques y tierras de pastoreo hasta la costa del Médoc.